Posted on 18 Julio, 2011 | 1 Comment
Fabiana López Berra
El modelo financiero actual de las universidades venezolanas ha dejado de ser viable por muchas razones. Para Humberto García Larralde, ex vicerrector administrativo de la Universidad Central de Venezuela, el problema radica en que se calculan los presupuestos con base en un ingreso fiscal petrolero sobre un precio específico del barril, aunque el ingreso efectivo termina generando un excedente que debería usarse para créditos adicionales para las universidades, pero no se hace.
Por tanto, el ingreso termina siendo insuficiente tomando en cuenta los gastos que deben cubrir las universidades, tales como: pago de nómina pasiva, la reposición de cargos, la dotación de materiales y la cantidad de matrícula.
José Ángel Ferreira, vicerrector administrativo de la Universidad de Carabobo, indicó que el gasto más elevado de las casas de estudios es el recurso humano, ya que tiene un peso fundamental en el presupuesto. Larralde apuesta porque las soluciones deberían iniciarse en las propias universidades, a partir de la realización de cambios estructurales para lograr cubrir la mayor cantidad de necesidades con el presupuesto asignado, a través de un mayor racionamiento del gasto, pero sin desmejorar los incentivos. Pero no deja de reconocer que se debería renovar el modelo de asignación de recursos por parte del Estado.
La vicerrectora académica de la Universidad del Zulia, María Guadalupe Núñez concuerda en este punto y propone que “la asignación de recursos debería hacerse en función de los logros académicos y la creación de modelos de reorientación de las instituciones académicas”.
Antonio Castejón, exdirector de la Oficina de Planificación del Sector Universitario (Opsu), explicó que es muy difícil establecer las necesidades reales de las universidades y por ende más difícil aún es asignar recursos; por lo que exhortó a las autoridades universitarias a que “primero asuman autocríticamente que no están haciendo las cosas bien”, antes de culpar únicamente al Estado del déficit presupuestario.
Esta opinión la compartió Tibisay Hung Rico, directora adjunta de la Opsu, quien indicó que es necesaria la transformación de la universidad, y que el cambio debe ser profundo, desde sus raíces, puesto que las universidades deberían sincerarse en cuanto a lo que solicitan y entender que “los recursos son escasos y las necesidades ilimitadas”.
Octubre 23rd, 2014 at 19:56
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