Posted on 18 Julio, 2011 | No Comments
El Proyecto Monitor de Cultura Juvenil de la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina surgió en Lima, en el año 2005, como una iniciativa de la Red de Homólogos de Educación, ratificada por las autoridades universitarias en la XIV Asamblea de Rectores realizada en Córdoba, Argentina, ese mismo año. La máxima instancia de la asociación aprobó la creación de una red de trabajo para desarrollar una línea de investigación sobre cultura juvenil, cuyo primer proyecto agrupó a trece universidades de diferentes países latinoamericanos. Durante cuatro años los investigadores de cada casa de estudio intercambiaron información a través de seminarios técnicos, comunicación electrónica y audio-conferencias, espacios que permitieron la elaboración de un cuestionario compuesto por 99 reactivos referentes a dimensiones de la cultura juvenil, especialmente relevantes para autoridades y profesores de nuestras universidades. Este cuestionario fue aplicado a 8.327 estudiantes de diez países latinoamericanos. Las dimensiones evaluadas en el estudio son: artística, hábitos y propósito de estudio, salud, sexualidad, trabajo, familia, participación política, uso social de internet y trascendencia.
La investigación se desarrolló en tres niveles: prácticas, creencias y aspiraciones. La intención de indagar sobre las actividades que comúnmente realizan los jóvenes (prácticas), las ideas y concepciones que tienen sobre algunos aspectos de la sociedad y el mundo (creencias) y las metas futuras que se plantean (aspiraciones) no fue concebida como un mero proceso exploratorio-descriptivo, sino como una manera de obtener información confiable para fortalecer la formación integral de los jóvenes a la luz del Proyecto Educativo Común de la Compañía de Jesús.
La investigación arroja importantes resultados, mucho de los cuales no pueden ser resumidos en pocas líneas, por lo cual destacaremos sólo algunos puntos que pueden ser de interés para nuestra comunidad.
Los jóvenes presentan altas prácticas en las dimensiones propósitos de estudio y familia. La obtención de conocimiento es altamente valorada por los estudiantes, aspecto perfectamente comprensible en lo que muchos han denominado como sociedad del conocimiento. En este sentido, el proceso de globalización y la creciente práctica de competitividad en el plano profesional, junto con la solidez institucional que tienen las universidades como instancias productoras de conocimiento, son factores que pueden estar influyendo en el ingreso universitario de jóvenes entre 16 y 29 años de edad. Adicionalmente, el hecho de que más de dos tercios de los encuestados afirman que estudian en la universidad para servir a la sociedad constituye una buena señal para la razón de ser de las universidades administradas por la Compañía de Jesús en América Latina.
La familia constituye la institución social de más importancia para el joven. Es su referencia y constituye el lugar en donde se siente más cómodo. El elemento que más destaca en las prácticas de familia es el sustento económico, pues más de 80% reporta que dependen económicamente de su familia; mientras que 60% acude a ella para solucionar sus problemas y la consultan a la hora de tomar una decisión.
Los estudiantes de Ausjal reportan hábitos de salud moderados, aunque existen diferencias significativas entre los indicadores evaluados. De esta dimensión llama la atención el bajo porcentaje de encuestados que afirma “llevar condones cuando existe alguna posibilidad de tener sexo” (30%). A pesar de las múltiples campañas que resaltan la importancia del uso del condón para prevenir enfermedades de transmisión sexual y del nivel de instrucción de los estudiantes, no existe este importante hábito por parte de personas que en su mayoría son sexualmente activas. Si bien el aspecto del cuidado de la salud sexual presenta debilidades, existe un rechazo mayoritario hacia el consumo de drogas ilícitas entre los estudiantes. El joven de Ausjal parece conocer los daños a la salud física y psicológica que ocasiona este tipo de drogas.
El perfil hallado en el estudio caracteriza a un joven que depende de su familia; estudia y trabaja para realizarse personalmente y adquirir conocimiento, aunque no le resta importancia al logro de un mayor estatus socioeconómico por medio del estudio o el trabajo. Se aproxima a la sexualidad buscando principalmente afecto, aunque no descuida el placer. Se interesa por compartir socialmente con otros de manera virtual y presencial. Valora las relaciones con otros para encontrar sentido, afecto y apoyo en su vida, siendo la familia uno de los otros significativos.
Sin embargo, este joven se muestra poco participativo en actividades vinculadas con la política y las artes, está poco dispuesto a defender ideales que reconoce a nivel político y es poco propenso a la actividad de creación artística. En este sentido, se dedica más bien al consumo cultural pasivo.
La coordinación general de este proyecto estuvo a cargo del Vicerrectorado Académico de la Ucab. El Centro de Investigación y Formación Humanística fue la instancia responsable del proceso de investigación y de la redacción final del informe recientemente publicado por la Universidad. Esperamos que este producto de investigación sea de utilidad a todas las comunidades universitarias de Ausjal, especialmente en lo concerniente al diseño de acciones concretas para fortalecer el proceso de formación integral de los estudiantes universitarios.
José Luis Da Silva
Director del CIFH