Filósofos encuentran su espacio en el campo laboral publicitario
Posted on 12 Julio, 2011 | No Comments
Indira Rojas
Los publicistas Máximo Gualtieri y Carlos Luchsinger fueron convocados para compartir sus experiencias en el área de la publicidad y cómo sus conocimientos como licenciados en Filosofía le han permitido llevar con éxito su labor. Las charlas se llevaron a cabo en el evento ¿Un publicista filósofo?, el 19 de mayo en el auditorio Hermano Lanz.
La participación de Gualtieri y Luchsinger fue un aporte esclarecedor para los alumnos de Filosofía, quienes enfrentan el reto de estudiar una carrera poco práctica para el mundo laboral.
Luchsinger recordó su época de estudiante, y afirmó que cuestionarse los sistemas, aplicar la lógica y la teoría del conocimiento fueron algunos de los motivos que lo llevaron a estudiar Filosofía y a mantener el interés en esta disciplina humanística. “Lo que están haciendo hoy no es necesariamente lo que harán ma-ñana”, dijo Luchsinger al público, constituido principalmente por estudiantes.
Por su parte, Gualtieri instó a los jóvenes a no tener miedo ante los posibles obstáculos que puedan encontrar al comenzar a trabajar. Menciona que en el campo publicitario son comunes los roces entre colegas de una misma empresa: “Desde el momento en que nace una idea hasta que se llega a un acuerdo con un grupo para estructurarla hay conflictos que ustedes de pronto no se imaginan. Hay veces que tratamos de hacer comerciales de alto impacto y tenemos clientes que son audaces y atrevidos, lo cual es una maravilla, pero no siempre es así”.
Al filósofo le inquieta que actualmente exista un “analfabetismo de las ideas”. Según Gualtieri hay muchas personas que no están acostumbradas a desarrollar ideas nuevas ni están abiertos a ellas. Señaló que a través de la filosofía “se tiene un acercamiento al mundo de la creatividad y de las invenciones, no de las mecánicas, sino de las ideas abstractas”. Ambos profesionales consideran que esta disciplina debe reconsiderar su misión académica y romper con el mito de que la carrera sólo produce profesores universitarios.
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