Posted on 04 Mayo, 2011 | No Comments
MFMR
Se convive en un trabajo, y mucho. Son tantas las horas, los días y los años en que se tejen relaciones afectivas fuera de lo laboral que ni nos damos cuenta. Gustavo Portella, nuestro coordinador de Diseño y Diagramación de Prensa y de El Ucabista desde hace once años, donde previamente había sido becatrabajo mientras estudiaba en la escuela de Ciencias Sociales, fue una de esas personas que en la cotidianidad dejan huella.
Rosario lo llamaba “frasquito de vinagre” por su carácter ácido. También era gruñón, refunfuñaba por casi todo, pero a su vez tenía una sonrisa amable y una disculpa cuando se daba cuenta de que su mal carácter le había hecho una mala jugada.
Amaba las cosas bellas, era también muy enamorado. Apreciaba el arte, disfrutaba la lectura y la cultura, era crítico y diría que contestatario por naturaleza. Era un amigo leal, eso se pudo constatar en su velorio el 5 de abril del presente, que también era el día de su cumpleaños.
Gustavo era meticuloso con su escritorio, con la biblioteca que tenía en la oficina y con todas sus cosas. Detestaba el queso. Siempre lo retaba a que nunca iba a poder saborear un buen parmesano.
Amaba mucho a su madre, a su vieja, como él la nombraba. Su gata lo estará añorando y nosotros también. ¡Descansa en paz, Gustavo!