Posted on 01 Abril, 2011 | No Comments
Indira Rojas
Hora Cero, Hermano, Habana Eva son algunas de las producciones venezolanas que han encontrado espacio en el colectivo cinéfilo venezolano. A este grupo de películas se une El chico que miente, dirigida por la peruana Marité Ugás, una road movie que muestra la historia de un niño sobreviviente del deslave de Vargas, quien recorre las costas del país en búsqueda a su madre. La cinta ya llegó a espectadores internacionales y está nominada al Festival de Cine de Berlín, en la sección “Generation”.
El 31 de enero se realizó el cine-foro de esta cinta en el auditorio Hermano Lanz, al cual asistieron Marité Ugás y la productora ejecutiva, Mariana Rondón, para hablar sobre el making of de la película.
Ambas comentaron que querían realizar el rodaje en costas “poco retratadas” de Venezuela y que algunos personajes fueron interpretados por habitantes de Ocumare, una de las tantas locaciones donde se grabó.
Rondón indicó que tenían un presupuesto limitado que los obligaba a trabajar “como un relojito”. La directora agregó que la clave fue “saber claramente qué y cómo se iba a filmar. Una buena preproducción se tradujo en un rodaje exitoso”. Según las cineastas, aproximadamente diez egresados de la Ucab pertenecieron al equipo de producción.
Actualmente hay un acercamiento de la audiencia al cine venezolano, lo cual se debe, en parte, a la política sobre permanencia en cartelera dictada por la Ley de Cine, promulgada en 2005, explicó Ugás, quien opina que este instrumento legal protege los filmes nacionales del monopolio de las películas extranjeras.