Posted on 28 Febrero, 2011 | No Comments
MFMR
Anitza Freitez, jefa del departamento de demografía del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de esta casa de estudios dice a Indira Rojas en este número de El Ucabista: “Estamos posicionados por encima de Colombia en cuanto a la mortalidad juvenil”,
Los asesinatos injustificados de los jóvenes venezolanos son tema diario en las noticias de todos los medios (impresos, radiales, televisivos, web). Pero ante la terrible realidad de la violencia en las calles de cualquier ciudad del país, pareciera que a los muertos sólo los lloran sus familiares y amigos. Y mientras ellos lloran y claman por el derecho a la vida de sus hijos y los de otros, impera la carencia de políticas públicas.
La nación está de luto: los colegios, los barrios, las universidades despiden a sus integrantes que mueren por portar un celular, por trifulcas entre pandillas y hasta por balas perdidas.
La violencia nos carcome, nos entristece y trunca la vida de miles de seres humanos cada año, con estadísticas más rojas que un país en guerra. Esta frase se repite y se repite hasta el cansancio. Y hasta los niños, cuando juegan y conversan entre sí, hablan del miedo a las balas que pueden disparar los matones en cualquier esquina.
En nuestro campus, el Rector, las autoridades académicas, la escuela de Comunicación Social, la Parroquia María Trono de la Sabiduría, Pastoral y Cultura invitaron a una misa el 26 de enero para recordar a una víctima del hampa integrante de la Ucab. Los padres, familiares y amigos de Mayling Valderrama, estudiante del 2do semestre de Comunicación Social, se unieron para pedir por la seguridad y el derecho a vivir en paz.
El rector Francisco José Virtuoso, s.j., pidió en la homilía porque “nuestros niños tengan derecho a crecer de una manera sana y los jóvenes puedan morir de viejos”.
“Con la ayuda de Papá-Dios, nosotros podemos contribuir con formas efectivas de oponernos a la violencia para ir eliminando la ‘cultura de la muerte’ (como decía Juan Pablo II), y construir la ‘cultura de la vida’, de la calidad de vida para todos los venezolanos”, dijo el padre Virtuoso en su homilía acompañado del padre Jesús María Aguirre, s.j. Pero nos atrevemos a decir que Dios necesita mucha ayuda del Estado en el suelo patrio.