Posted on 15 Diciembre, 2010 | No Comments
D.F. Maza Zavala, como solía firmar sus escritos, falleció en la madrugada del domingo 7 de noviembre en su adoptiva Caracas. Después de casi nueve décadas de existencia y seis de trabajo profesional, de Maza Zavala nos queda un importante legado como economista y periodista. Me cuento entre los muchos estudiantes a quienes enseñó los rudimentos del Análisis Macroeconómico en la UCV, aunque también dictó clases en la década de los sesenta del siglo pasado en la Ucab y en la Universidad Santa María.
Tengo imborrables recuerdos de sus clases de Macroeconomía, donde me topé por primera vez con la teoría económica Keynesiana, muy en boga entonces, que impartía a partir de uno de sus libros más conocidos: Análisis Macroeconómico. Su inconfundible voz, su hablar pausado y con un dejo tenue de humor siempre me llamaron, como a muchos, la atención.
En su muy prolija vida intelectual, nos encontramos varias veces en foros, conferencias, seminarios y aunque no muchas veces coincidimos en la manera de ver los asuntos económicos venezolanos, debo decir que siempre me inspiró un gran respeto. Ese respeto se acrecentó aún más en los pocos meses que coincidimos en la Academia Nacional de Ciencias Económicas, donde desempeñaba un rol muy activo.
Es de conocimiento público que, además de su vínculo con la vida universitaria, Maza Zavala siempre se sintió muy cercano al Banco Central de Venezuela, donde trabajó hasta llegar a pertenecer a su Directorio por varios períodos y bajo diferentes gobiernos.
En sus últimos años no fue de los que se retiran a contemplar la vida desde una mecedora. Por el contrario se mantuvo muy activo dando su opinión erudita a quien se la solicitase. Ejerció siempre un pensamiento crítico, yo no lo llamaría marxista, y sus últimos comentarios públicos fueron de advertencia a los miembros del actual gobierno por lo que consideraba el ejercicio de una política económica muy equivocada.
Tengo la impresión de que el ciudadano común, rodeado como está de tanto desasosiego e incertidumbre, siente que se perdió algo al apagarse su vida… me temo que fue así.
Luis Zambrano Sequín
Miembro de la Academia de Ciencias Económicas y profesor de la escuela de Economía de la Ucab