Posted on 15 Diciembre, 2010 | No Comments
MFMR
Gracias a Dios que llega la Navidad. Todos los pueblos del mundo cristiano la esperan, pero viéndonos sólo el ombligo, aquí desearíamos que el espíritu de la fiesta decembrina se nos pegara en el alma a todos los venezolanos con alegría, generosidad, solidaridad, perdón y reflexión.
Que los centros comerciales se llenen de gente (los asalariados y otros con poder adquisitivo) para comprar, anticipando el consumo porque todo será más caro el año próximo, es una realidad. Pero nuestro llamado a gritos por una “¡feliz navidad!” es que podamos reconquistar nuestra hermandad, sin violencia, sin rencor y sin divisiones. Milagros no le pedimos al Niño Dios, pero sí que nos regale algo de su hermoso espíritu para reconciliarnos y construir juntos un país diferente.
El 24 de diciembre el mejor regalo sería que tomáramos el celular, el teléfono o visitemos (si nos es posible) a ese familiar o amigo del que nos hemos separado por cuestiones ideológicas. El abrazo en familia al que llama la Iglesia no es de un solo día, es tarea obligada para el año próximo. Hagamos del 2011 un año de respeto y paz. ¡Amén!