Posted on 26 Mayo, 2010 | No Comments
El sueño de Elsner, bicentenario del nacimiento de Chopin
Entre los homenajes preparados para celebrar los primeros 200 años del nacimiento de Frédéric Chopin, nos intrigó el nombre escogido por Luis Ángel de Benito para una serie de programas en el Canal Clásico de Radio Nacional de España (RNE) (www.rtve.es).
Chopin, músico romántico por excelencia de la composición para piano, tuvo dos maestros que ayudaron a darle forma a su genio. El violinista y clavicordista Wojcieh Adalbert Zywny, quien le da a conocer al niño Chopin las obras de Bach y Mozart que en adelante serán sus dioses. Y a partir de 1822, el compositor Antoni Franciszek Elsner, un pedagogo nato que inmediatamente reconoce las posibilidades de su estudiante. Afirma “En la enseñanza de la composición no hay que dar recetas demasiado detalladas, sobre todo a los alumnos cuya capacidad es manifiesta y notable; ellos deben encontrarlas, para poder liberarse y llegar a descubrir lo que no se ha descubierto aún”. Ahora podemos comprender lo apropiado del título elegido por el profesor De Benito, cuando tanto Elsner como Zwyny vieron cumplidos sus sueños al asistir a la presentación del Concierto para piano y orquesta No. 1, Op.11, de su alumno, quien siempre les estuvo agradecido y les dedicó algunas de sus sonatas para piano. En otro plano de la enseñanza, Elsner y Chopin pertenecieron a la francmasonería, fuente de la resistencia polaca a la invasión rusa. Si el tema les ha interesado, además del programa de RNE, pueden conseguir en la librería Pensum de la Ucab el libro Chopin, de Bernard Gavoty, editorial Vergara.
A los 332 años de su cumpleaños, Vivaldi sigue siendo descubierto
Se acepta que Antonio Vivaldi nació en Venecia el 4 de marzo de 1678. Aunque fue famoso durante toda su vida, su obra permaneció desconocida hasta el siglo XIX, cuando también se redescubre a otro gigante de la música, Johann Sebastian Bach, quien había transcrito varios conciertos de L´Estro Armonico, Op. 3. Éste fue el inicio para uno de los más grandes descubrimientos de la historia musical. Las primeras partituras originales de Vivaldi se descubren en las Bibliotecas de Dresde y Lunds. Pero es a comienzos del siglo XX cuando se retoma de manera sistemática y continua la investigación sobre Vivaldi, con los trabajos de Arnold Shering, Alfred Einstein, Karl Straube, Ludwig Landshoff, Wolfgang Fortner y Marc Pincherle. En 1926, el musicólogo Alberto Gentili, llamado por un monasterio del Piamonte para catalogar obras musicales que necesitaban vender, detecta catorce volúmenes de música de Vivaldi, la mayor parte desconocida, que incluían más de cien conciertos, doce óperas, veintinueve cantatas y un oratorio completo. Para completar la colección, las pesquisas dieron con las colecciones privadas que actualmente se encuentran en la Biblioteca Nacional de Turín. Pero el futuro lugar de Vivaldi en la música todavía se está consolidando; en octubre de 2001 se estrena completa, por primera vez, en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, la ópera Farnace, luego grabada por Jordi Savall, reconocido concertista de la viola de gamba, quien en el año 2004 declaró a la prensa su redescubrimiento: “Creía que se grababa tanto que no merecía la pena volver a él. Pero seguí el rastro de algunas obras de viola de gamba que se habían utilizado en iglesias de Venecia y encontré composiciones para este instrumento, que Vivaldi llamaba viola inglesa y que le resultaba propicio para obras oscuras y fúnebres”.
Arnaldo Gutiérrez
Profesor de la escuela de Ingeniería Civil