Posted on 18 Mayo, 2010 | No Comments
Javier Camacho Miranda
Indira Rojas
El agua es un líquido vital para cualquier ser humano. Pero no sólo es una cuestión de necesidad biológica. Una ciudad, un país entero, dependen de su sistema de aguas y la gestión del mismo. Actualmente, Venezuela pasa por una penosa situación de escasez, que el gobierno sólo ha podido manejar con medidas de corto plazo que no sugieren una verdadera solución.
La ineficiencia cobra caro
“Venezuela ha sido gobernada bajo un criterio de escasez, si no hay te quito”, indicó Gasparín, al explicar el grave problema de gestión pública que ha sufrido Venezuela y haciendo referencia al constante uso del racionamiento como medida casi única ante crisis como éstas, en vez de crear y aplicar proyectos que garanticen este servicio básico, cuando el país se enfrente a sequías y otros fenómenos que afecten el volumen de agua en los embalses, represas y demás cuerpos de agua.
Aun cuando el gobierno actual ha intentado aplicar algunos proyectos, como la construcción del embalse de Cuira, en el estado Miranda, no ha demostrado eficiencia en el proceso. Este embalse debía entrar en operación en el año 2005. Ya van cinco años de retraso. El profesor de la escuela de Ingeniería Civil de la Ucab, José María de Viana, (presidente de Hidrocapital entre 1992 y 1999) indicó además que: “las empresas de agua potable del país se encuentran profundamente debilitadas, unas más que otras, en los recursos técnicos y económicos que administran”.
El problema actual del agua está afectando a diversos sectores de la población. Muchas familias deben modificar sus rutinas en el hogar y sus sitios de trabajo debido al suministro intermitente del vital líquido. Igualmente, la escasez del agua ha golpeado fuertemente la industria energética, que depende en gran parte de las centrales hidroeléctricas.
Rutinas modificadas
Concepción Medina, residente en la comunidad de San José desde hace 49 años, actualmente sufre de cortes en el suministro de agua que superan las 72 horas a la semana, problema que aumenta en tiempo real ya que el tanque del edificio en donde vive es limitado para la cantidad de propietarios: “Antes se iba el agua, siempre se ha ido de vez en cuando. Pero ahora tenemos que ajustarnos a un horario cambiante. Todo depende del nivel que tenga el tanque del edificio para los días de corte”, comentó Medina.
Por otra parte, Yahir Costi, establecido en San Bernardino desde los años ochenta, confiesa que los baños con tobo son parte de su rutina semanal desde que inició el año 2010, y que continuarán hasta que al menos culmine un trabajo que tiene planificado para aumentar la capacidad de suministro del tanque de su casa.
Aviso a finales de 2009
Los informes oficiales del Instituto Nacional de Meteorología para finales de 2009 indicaron que el fenómeno climático El Niño dejó el peor balance de lluvias en el país de los últimos 40 años. El presidente Chávez en su programa dominical del 8 de noviembre del pasado año ya avisaba sobre las próximas medidas fuertes en el racionamiento de agua, cuando aseguró para que para darse un baño las personas pueden tomar “un minuto para mojarse, otro para enjabonarse y el tercero para enjuagarse”.
Hidrocapital, organismo público que gestiona el suministro de agua en toda Venezuela, confirmó las medidas de racionamiento iniciadas a finales del año pasado, y su presidente Alejandro Hitcher explicó a la opinión pública que el déficit de agua en el territorio nacional fue provocado tanto por el mencionado fenómeno meteorológico como por el “derroche y uso frívolo del agua por parte de los sectores más ricos de la sociedad”. Por otra parte, Norberto Bausson, director del Instituto Municipal de Aguas de la alcaldía de Sucre, explicó para aquel momento que el problema fundamental fue que durante la última década el gobierno invirtió en la red de distribución del líquido, y confirmó pero no limitó la culpa a El Niño: “Es cierto que atravesamos una grave escasez de lluvia, pero no es menos cierto que la red de agua no se ha adecuado a la demanda de una población que ha crecido en la última década 0,5 por ciento”, aseguró.
De urgencia para el Estado
· Regular el aprovechamiento del agua a través de planes de control y estrategias municipales.
· Financiamiento y asistencia técnica para zonas afectadas que presenten problemas.
· Informar a la población sobre los pormenores del racionamiento a través de todos los medios de comunicación.
De urgencia para el ciudadano
· Reparar las tuberías que presenten botes de agua.
· No dejar el agua correr durante todo el tiempo que se realicen actividades de aseo en los lavamanos.
· Reducir el tiempo para las duchas.
· Administrar el riego de los jardines.