Posted on 21 Diciembre, 2009 | No Comments
María Matilde Zubillaga empieza a estudiar Sociología en la Ucab en 1979. Escoge esta carrera ya que siempre le gustó trabajar con grupos humanos. Aparte de tener vocación de socióloga, le gustaba mucho la poesía y entre las ofertas culturales de la Ucab, escogió el Teatro.
Empieza en el Teatro Ucab en 1980. Dice que la Sociología le brindó los conocimientos, mientras que el Teatro le dio valores y destrezas sociales que utilizará durante su trabajo. Su primer montaje fue una obra de poesía llamada “Sólo un instante por favor”, la cual llamaba a la conciencia del quiebre ecológico.
Los cinco años de carrera los compartió entre la Sociología y el grupo de teatro Ucab. Conoció a su esposo en el teatro, el periodista Agustín García. Recuerda que si no estaba en clase, estaba en el cafetín o en el teatro, pero que nunca se quedó a estudiar en los espacios universitarios. Ahora, reconoce que la Católica tiene un gran cuidado por los jardines, que recrean la vista y el espíritu.
Después de graduarse, parte a vivir a Mérida en 1987, donde empieza a trabajar en una ONG que tenía programas de desarrollo social para las comunidades, un programa de salud comunitaria, un programa de apoyo al microempresario, entre otros. Regresa a Caracas en 1998.
A su regreso a la capital, el jesuita Rafael Baquedano, quien ha sido su profesor, tutor y guía espiritual, la invita a presentarle su currículum al rector Luis Ugalde. Ella sigue el consejo y se presenta a Ugalde, quien también había sido su profesor, por lo que ya la conocía. El rector Ugalde la lleva al tercer piso del Rectorado y le enseña un ventanal enorme el cual daba hacia el terreno donde hoy en día está el Parque Social “Padre Manuel Aguirre, S.J” y le explica que allí va a haber un Centro de Salud, un Centro de Educación, pero sencillamente se lo nombra y no le dice más nada.
Trabajo en la capital
María Matilde regresa a Mérida y dos semanas después, recibe una llamada donde le indican que el padre Luis Azagra quiere hablar con ella. Regresa a Caracas y le solicitan que presente una propuesta de cómo sería el Centro de Salud Santa Inés (CSSI). Desde el principio, le apasionó el proyecto ya que le iba permitir crearlo desde cero. Duró un año y medio armándolo, primero estudió e investigó otras experiencias y a raíz de unos doce modelos, escribió un documento que fue presentado a la fundación Inés de Planas, presidida por el rector Ugalde, donde estaba su propuesta de lo que debía ser el CSSI, desde sus valores hasta su organización.
Estuvo seis años dirigiendo Santa Inés. Se mantuvo al frente de toda la planificación, dirección y de la selección directa de personal. Con respecto a esto último, dice que siempre recuerda una frase que un buen amigo le dijo: “Para ser excelente, hay que buscar colaboradores excelentes”. Ella piensa que la clave del CSSI son sus valores (solidaridad y respeto), el trabajo en equipo y el liderazgo situacional.
Con respecto al enfoque del liderazgo situacional, María Matilde dice que el líder no es una persona que tiene nombre, apellido y es inmutable, el liderazgo también depende del contexto.
De Santa Inés nace la Asociación Venezolana de Servicios de Salud de Orientación Cristiana(Avesop) , que hoy agrupa a más de treinta y cinco centros de salud populares de inspiración cristiana, paso siguiente a la solicitud de los jesuitas Luis Ugalde y Arturo Sosa para crear una red de centros de salud populares.
Zubillaga decide que su labor en Santa Inés ya había sido cumplida y que necesitaba actualizarse, entonces escoge una maestría en Cooperación al Desarrollo en la Universidad Pontificia Comillas en Madrid. Ya en 1991, María había vivido en ese país, donde había cursado su primera maestría en Recursos Humanos y Desarrollo Organizacional en la Universidad Complutense de Madrid.
Después de un año, regresa a Caracas y es cuando Ugalde, le cuenta acerca de que los graduados quieren consolidar la Asociación de Egresados de la Ucab (AEUCAB). Ya existía un grupo frente a la asociación, pero se necesitaba a una persona que se dedicara tiempo completo para darle forma a la organización que aglutina a los egresados.
Este año, Aeucab cumple cinco años los cuales han sido de diseño de la organización. Ya la asociación cuenta con una propuesta estratégica muy importante para la Universidad y para el país. Lo que viene es consolidar y generar acciones para los tres grandes objetivos: la Ucab, el país y los egresados.
María Matilde tiene dos hijos que estudian en el colegio San Ignacio. Dice estar muy agradecida por todas las oportunidades, por su familia: su padre, madre, sus hermanas, su esposo y sus hijos, y reconoce que la Ucab le ha dado muchas oportunidades para su desarrollo profesional, por la confianza que le dieron las autoridades para montar el Centro de Salud Santa Inés, colaborar con la creación de Avessoc y ahora con Aeucab.
Alejandro Martínez
Ingeniería Informática
Semblanza
Su rostro es sereno, su voz es amable, es educada pero sin pose. María Matilde es organizada y leal, cuando dirige incluye a los otros. Practica las enseñanzas de San Ignacio amar y servir; ella cree en Dios y bajo esos cánones forma a sus hijos varones: Santiago (14 años) y Miguel (11 años); Agustín García su esposo la ayuda en esa obra.
Pero no se confunda el lector ante la paz que irradia María Matilde, sólo controla su ímpetu que se desboca -planificadamente- a la hora de consumar sus obras, para muestra un botón: ayer el Centro de Salud Santa Inés, por supuesto, acompañada de un grupo multifacético y con mística. Y hoy, la Aeucab.
Es agradecida con el grupo de egresados que la ayudan sin pago alguno a que se fortalezca la organización.
Proviene de familias constructoras en la historia de Venezuela como los Gabaldón (lado materno) y los Zubillaga de origen caroreño; pueblo larense conservador que ha dado ilustres hombres a la patria.
María Fernanda Mujica Ricardo