Posted on 08 Junio, 2011 | No Comments
La ambigüedad del lenguaje permite pensar y repensar
María Gabriela Fernández B.
El mundo es un teatro. El lenguaje es la casa del ser. La mente es una tabla rasa. La metáfora, como herramienta del lenguaje y del pensamiento, ha acompañado al desarrollo de la cultura occidental desde sus inicios. Su aparición se remonta a los primeros intentos de comunicación del ser humano e implica una comparación que mezcla la ficción con la inteligencia. Este proceso, en el cual una palabra deja de ser sí misma para volverse una evocación, fue estudiado desde los planos filosófico y lingüístico el miércoles 30 de marzo en la Ucab.
El acto se celebró en la sala Simón Planas, bajo la organización del Centro de Estudiantes de Filosofía, y contó con la presencia de los profesores Luis Miguel Isava, de la Universidad Simón Bolívar; y Lizette Nava, de la Ucab.
Isava presentó una ponencia titulada La metáfora: El trans-porte del sentido a la trans-figuración del mundo, y en ella desarrolló las características de cuatro tipos de metáforas a las que describió según su función expresiva: la metáfora comunicativa, explicada como “otra manera de decir lo mismo”; la epistemológica, aquella que permite “iluminar o revelar un sentido que en principio no es evidente para el lector”; la metáfora científica, tomadas de la ciencia con cuyos conceptos se limita a la filosofía; y la antropológica, la cual “no informa sobre las características de un objeto o concepto, sino que lo modifica”.
Por su parte, la profesora de la escuela de Filosofía, Lizette Nava, disertó sobre los elementos cognitivos y características de las metáforas a través de sus componentes: el vehículo, aquello a lo que se refiere la metáfora; y el tenor, el punto de comparación y dador de sentido. Además, compartió una reflexión sobre la raíz orgánica de las metáforas, y una comparación de la vitalidad interpretativa y significativa de algunas frente a aquellas a las que considera una metáfora muerta, es decir, esas cuyo uso frecuente termina por eliminar su sentido metafórico.
Tanto Isava como Nava manifestaron su admiración por la posibilidad creadora que lleva al hombre a generar nuevos e infinitos significados a través de expresiones metafóricas e invitaron a los presentes a evaluarlas e intentar comprenderlas en su amplitud de posibilidades. “Bienvenida sea la ambigüedad en el lenguaje, porque ésta es la que nos permite pensar una y otra vez al mundo”, concluyó Isava.
Los profesores Miguel Isava y Lizette Nava se mostraron agradecidos por la masiva asistencia de público en el foro