Posted on 28 Febrero, 2011 | No Comments
No se me ocurre mejor manera de comenzar estas líneas que utilizar la definición que el padre Gustavo Sucre dio de Matías Riutort: un hombre de paz. Tres letras que tanto significan. Creo que esa aseveración la secundamos todos aquellos que compartimos con él en algún momento de nuestras vidas.
Desde mi punto de vista, Matías, quien falleció el pasado 8 de enero, fue un profesor y un investigador universitario como pocos he conocido en mi vida. Su pasión por el estudio riguroso de los aspectos cuantitativos de la economía fue una característica que marcó su vida profesional.
Comenzó estudiando ingeniería en la Universidad de Chile, de donde egresó como Ingeniero Comercial y licenciado en Ciencias Económicas. Posteriormente cursó estudios de maestría como becario del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales de la Unesco, en la Universidad de Otawa (Canadá), donde también fue profesor de Economía Matemática y Análisis Económico.
Después de terminar sus estudios de postgrado, llegó a nuestro país, donde se incorporó a la Ucab, en 1980. Se desempeñó como profesor en la escuela de Economía e investigador a tiempo completo del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) por 30 años.
Como docente, Matías dictó cursos en pregrado y postgrado, siempre relacionados con tópicos cuantitativos, como Formulación y Evaluación de Proyectos, Análisis Matemático y, sobre todo, Econometría.
Pero fue en sus actividades como investigador, en temas asociados a la macroeconomía y la política económica en Venezuela, donde más destacó. Compartimos casi dos décadas en el IIES, período en el cual publicamos varios libros y artículos. Además prestamos servicios de asesoría a distintas instituciones públicas y privadas. Debo reconocer que sin la competencia técnica y profesional de Matías muchos de esos logros, que no sólo agregaron al prestigio personal sino también al de la Universidad, no se hubieran podido conseguir.
Definitivamente, creo que perdimos a un buen compañero, a un buen profesor, a un buen investigador, y más que eso a un hombre de bien. Me atrevo a pensar que muchos, le estamos agradecidos.
Luis Zambrano Sequín
Profesor de la escuela de Economía